Cuento historias, hago teatro, toco el acordeón, manejo equipos de sonido y construyo micrófonos a medida. Trabajo desde el 89 en la PAI, compañía de teatro y animación.
Desde hace mucho tiempo trato de adaptar la técnica a las artes escénicas de la mejor manera posible.
Este es el lugar donde compartir mis hallazgos.
El filósofo griego Hesiodo, como buen conocedor de la economía, nunca se gastó quinientos euros en un micrófono de diadema. Él consideraba que gastando menos de la sexta parte podría obtener resultado similar.
Tengo diademas nuevas; Buenas, bonitas y baratas.
Son de color carne, muy bien terminadas y muy cómodas. El brazo puede colocarse a los dos lados de la cara indistintamente.
La longitud se regula con mucha facilidad y queda muy firme.
El brazo es totalmente flexible aguantando muy bien la forma que se le quiera dar.
Puede llegar a ser muy largo y es sencillo ajustarla a cualquier cabeza para que no baile. Para eso hay que jugar con los ángulos de debajo de las orejas para que la parte trasera ajuste sin dejar hueco con la cabeza.
Y esta es la sorpresa final, que puede parecer algo tonto, pero para mí es importantísimo; La diadema al ser muy flexible puede recogerse con facilidad en su caja, con lo que no sufre en el transporte.
Está muy bien construida. El cable es muy resistente y va protegido con fibra de kevlar para proteger de tirones.
La cápsula, el micrófono en sí, la sustituyo por una de más calidad, omnidireccional, que para mi gusto son las mejores para teatro, de respuesta muy plana, sonido fiel, alta sensibilidad y bajo ruido.
He grabado mi voz con ella puesta, hablando muy alto, en estéreo comparándola con una Sennheiser MKE2, un micrófono similar, del mismo tamaño y de unos 500€. He montado los dos canales en grabación consecutiva, primero la MKE2 y seguido la mía, para poder comparar la calidad de sonido...
Aquí está el audio sin ningún tipo de ecualización ni efecto:
Y la misma comparativa tocando ecualización y rever a las dos por igual:
Diógenes de Sinope fue un filósofo griego que vivía retirado de todo lo superfluo.
A finales de los 80 me construí un mezclador de sonido, con sus preamplificadores y sus micrófonos. Nada más. Nada superfluo.
Venían amigos a casa y grababan.
Esto me hizo entrar en la PAI un tiempo después para encargarme del equipo de sonido. Y una cosa llevó a la otra... comencé también a actuar y hasta hoy.
Estudié sonorización en el Estudio Central de Zaragoza y micrófonía inalámbrica en el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música, en Madrid.
A mitad de los 90 comencé a construir micrófonos de diadema para nuestros espectáculos de calle.
Otros con flexo para mi acordeón.
Entré en foros de constructores de micros, monté mis propias adaptaciones, aporté miniaturización y adaptación a medida. Busqué materiales de alta calidad. Investigué, probé, probé más y más. Pedí ayuda a los ingenieros de la familia. Aprendí y disfruté.
Diseñé mis propios circuitos impresos, gané en limpieza y precisión.
Empezó a correrse la voz. Llegaron los encargos.
He construido micrófonos para flautas variadas, gaitas, salterios, dulzainas, acordeones, saxos, nickelharpa, voz, diademas extensibles, gafas para grabaciones binaurales... Para conectar a transmisores inalámbricos o para conectar directamente a mesa incorporando el circuito electrónico phantom en el interior del conector.
He incorporado filtros paso alto en los circuitos, amortiguadores en los soportes, mezcladores integrados...
Trabajo con varios tipos de cápsulas:
-Omnidireccionales de 6mm.
Tienen una respuesta muy plana. Algunos fabricantes de marcas reconocidas utilizan esta misma cápsula para sus micrófonos de análisis de espectro por la fidelidad que tienen.
Marcas como AKG y Sennheiser utilizan esta misma cápsula en algunos de sus micrófonos.
-Cardioides de 14, 16 y 25mm.
No son hipercardioides, con lo que permiten acercarlo más al instrumento y recoger el sonido de forma homogénea y sin colorearlo.
Busco siempre un sonido fiel, bajo ruido, alta ganancia y ligereza para poder colocarlo en el instrumento con facilidad.
Ahora mi acordeón lo sonorizo con dos cápsulas omnidireccionales que mezclan su señal en una sola petaca inalámbrica. Se colocan en el instrumento con imanes de neodimio. Cómodo, rápido y buen sonido.
Aquí puedes escuchar unas grabaciones comparativas con micrófonos similares de marcas reconocidas. Comenzamos con los micrófonos direccionales, cardioides.
Acordeón con micrófono de estudio, de gran diafragma Behringer B1. Esta primera comparativa no es justa del todo, ya que comparamos un micrófono de estudio, muy pesado, imposible de colocar en el propio instrumento, con un diafragma de 35mm, con un pequeño micro ligerísimo con un diafragma de 14mm. Pese a todo la diferencia de calidad no es tanta.
El mismo audio con mi pequeño Microsw HQ.
Cántaro con Shure Beta 98. Este micrófono sí que es similar en peso y tamaño a mi MicrosW HQ.
Y cántaro con MicrosW HQ.
El alto nivel que proporciona mi micrófono se traduce en menos ruido de fondo al necesitar menos ganancia en mesa.
Chicotén con Shure Beta 98.
Y chicotén con MicrosW HQ.
Bodrhan con Shure Beta 98.
Bodrhan con MicrosW HQ.
Gaita aragonesa con Shure Beta 98.
Gaita aragonesa con MicrosW HQ.
Grabación de cápsulas omnidireccionales.
La grabación la he hecho en estéreo pero lo he montado en mono consecutivo. Me parecía más sencillo montarlo así para poder comparar los dos audios. Aquí están:
Audio montado para que escuches de manera consecutiva una frase con el clásico MKE2 de Sennheiser y la segunda vez con el micro omnidireccional de 6mm MicrosWom6.
Mi micrófono tiene una respuesta más plana. El MKE2 es un micrófono de grandísimas prestaciones pero con una ecualización que no es plana para que resulte más brillante. Tiene un ligero recorte en graves y realce en agudos.
Audio montado para que escuches de manera consecutiva una frase con el clásico MKE2 de Sennheiser y la segunda vez con el micro omnidireccional de 10mm MicrosWom10.
Al ser una cápsula de mayor diámetro el ruido de fondo se reduce notablemente.
Audio montado para que escuches de manera consecutiva una frase con el clásico MKE2 de Sennheiser y la segunda vez con el micro omnidireccional de diadema MicrosWdiad5 de 5mm.
Todo mi agradecimiento para Miguel Ángel Fraile, Ignacio Alfayé, Julián Ansuategui y José Prieto (Flip) que grabaron estas tomas comparativas hace ya unos añitos...