29 julio 2014

Ringo. Mi primer autómata.

Según Aristóteles un verdadero compañero es un alma en dos cuerpos. Así siento a Ringo, mi nueva compañía, tiene corazón de arduino y alma de juglar.

Ringo es una caja de ritmos acústica que ha nacido para acompañarme con mi acordeón diatónico. He buscado más la versatilidad de un aparato pequeño y curioso que llamase la atención más que una fantástica calidad de sonido.

Ha tenido distintos nombres; Robotería, PandeRobot, Don Nicanor tocando el tambor, Nopidepán, Fernandito toca el pito la zambomba y el palito, Filcolins, Ro Beat...  Hasta que ha dicho que Ringo le gustaba.

Tiene un selector con distintos ritmos, un control de fuerza de pegada y otro control de velocidad.


Funciona a base de solenoides controlados por un arduino. 






 Confieso que la parte que me ha resultado más complicada ha sido la programación. Nunca había programado en C y me resulta farragoso. Pero finalmente funciona.


Además me ha tocado crear una nomenclatura para escribir los ritmos, ya que no podía trabajar con archivos midi. Se programa desde el ordenador, se compila y transfiere al procesador del arduino y Ringo ya es autónomo pudiendo funcionar a batería. Batería a batería...


Pero no he estado sólo... En el diseño del frontal y del nombre he contado con Inma Grau. Ignacio Alfayé me ha echado un cable en la parte musical y Joaquín Felipe arreglando los problemas de programación.

¡Gracias!